La Red Natura 2000 y los nuevos enfoques en la gestión de la biodiversidad
Transcurrido poco más de un año desde la publicación de la Ley 8/1991 y, por tanto, de la creación de la Red de Espacios Naturales Protegidos, fue aprobado por la Unión Europea un texto que ha condicionado la protección del medio natural europeo desde ese momento. Se trata de la Directiva 92/43/CEE, de conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestre (Directiva hábitats), que crea la denominada Red Natura 2000. Su objetivo es la preservación de la biodiversidad europea mediante la protección de una serie de territorios de los estados miembros que, con una coherencia entre ellos, salvaguarden tanto a un conjunto de formaciones vegetales (hábitats), como a las áreas vitales de un grupo de especies animales y vegetales.
Es habitual leer que esta red europea de áreas protegidas es la mayor apuesta por la conservación que se ha llevado a cabo hasta la fecha. No tanto por la superficie conjunta que representan estas zonas, sino por las razones de su enfoque. La primera, el amplio espectro de elementos a proteger, que incluye hábitat, pero también un extenso listado de taxones de flora y fauna recogido en sus anexos. Incorpora desde el hábitat de un insecto al del mayor de los carnívoros europeos, el oso pardo; desde una formación como los pastizales de gramíneas anuales en zonas semidesérticas, a bosques de roble rebollo, pasando por matorrales de brezo, etc. En segundo lugar, la propiedad del terreno sobre la que se sustenta que es mayoritariamente privada o municipal. Y por último, el concepto de sostenibilidad, deben protegerse estos valores garantizando el desarrollo y el estado de bienestar de un territorio densamente poblado y con un elevado nivel de vida como es la Unión Europea.
Este profundo cambio de enfoque en la conservación europea tiene sus antecedentes muchos años antes, con la aprobación de la Directiva 79/409/CEE, de conservación de las aves silvestres. Una norma adelantada a su tiempo, precursora y origen del actual enfoque de la conservación en el marco comunitario. Su objetivo era la defensa de la avifauna europea de forma general, y, de manera singular, la protección de un conjunto de territorios que acogieran el hábitat vital de determinadas especies. Son las denominadas zonas de especial protección para las aves (ZEPA), que se recogerán en la Directiva Hábitat y pasarán a formar parte de la Red Natura 2000. Es esta la primera norma de conservación que se dictó en el entonces Mercado Común Europeo, y adquiere, por ello, especial relevancia pues, hasta esos momentos, los objetivos de esa institución solo habían sido los fines económicos y su regulación. Por otra parte, esta directiva consolidaba una idea básica en conservación que se ha trasladado, posteriormente, a la normativa de todos los estados miembros: para conservar una especie es necesario preservar el hábitat preciso para el desarrollo de su ciclo vital.
Cigüeña blanca
En el planteamiento de protección de ambas directivas europeas, las políticas de conservación deben trascender el ámbito de los propios espacios Red Natura 2000 y convertirse en elementos transversales. Desde ese punto de vista, adquiere gran relevancia la conectividad ecológica, tanto en el diseño de la propia red y delimitación de las ZEC y ZEPA, base territorial fundamental de referencia, como en el mantenimiento de las funciones ecológicas que sustenta, mediante el fomento de las infraestructuras verdes y los corredores ecológicos.
La Red Natura 2000 de Castilla y León se asienta sobre un territorio habitado y en su ámbito se incluyen numerosos núcleos rurales. Así, de los 2.248 municipios que conforman la comunidad, 1.296 coinciden total o parcialmente con Red Natura 2000, el 57,67% del total regional, y 198 de ellos se encuentran completamente incluidos en la red. Obviamente, en su interior se desarrollan numerosas actividades económicas, muchas de las cuales son cruciales para su mantenimiento y otras cuyo impacto tiene que ser evaluado y, en su caso, limitado para evitar afectar a la integridad del espacio red natura.
Figuras de protección internacionales en Castilla y León