La gestión de los espacios naturales: un modelo de conservación y desarrollo sostenible

El objetivo fundamental perseguido con la declaración de una zona como espacio protegido es conseguir su conservación, pero también lograr la restauración de sus valores naturales y el manejo adecuado de los hábitats naturales y seminaturales. Ahora bien, garantizada esa necesaria conservación de nuestro patrimonio natural, la gestión de los espacios naturales intenta ir más allá y pretende convertirse en la base de un modelo de desarrollo sostenible.

Los principales elementos para la conservación de la RANP están contenidos en la mencionada Ley 4/2015, del Patrimonio Natural de Castilla y León. Destacar los dos elementos fundamentales que encuentran su soporte en la citada ley. Por un lado, la obligatoriedad de tener una adecuada planificación, bien sea a través de planes de gestión (espacios red Natura), bien sea a través de los PORN, los PRUG (planes rectores de uso y gestión) o las normas de conservación (espacios naturales protegidos -REN-). Por otro, la necesidad de emitir informes de afección de las actividades que se desarrollen en los espacios de la red Natura (que incluyen prácticamente a la totalidad de la REN), garantizando una adecuada evaluación de las mismas, y evitando el deterioro de estos espacios.



Búho campestre

Pero, como ya adelantábamos, lograr que los espacios de la RANP, y singularmente los de la REN, sean un modelo de desarrollo sostenible, que la declaración de un parque, monumento o reserva natural contribuya a mejorar la vida de sus habitantes, es un reto tan importante como el de la propia conservación del espacio. De hecho, lograr que el uso y el aprovechamiento adecuado de los recursos naturales de un territorio sea la base de su economía, es la mejor garantía para la implicación de la población local en su conservación.

Con este objetivo, en el año 2002 se aprobó el “Programa Parques Naturales de Castilla y León”, que define una estrategia de desarrollo socioeconómico sostenible para las áreas protegidas de nuestra comunidad, no sólo basándose en sus recursos naturales, sino también en el resto de los recursos que atesoran (patrimonio histórico, artístico, cultural, etnográfico, artesanal, literario…).

Este programa se desarrolla sobre la REN, que se ha ampliado con la reciente incorporación (marzo de 2019) de cuatro nuevos espacios: paisaje protegido “Las Tuerces” (Burgos y Palencia), monumento natural “Laberinto de las Tuerces” (Palencia), paisaje protegido “Covalagua” (Palencia) y del monumento natural “Cascada de Covalagua” (Palencia), lo que da como resultado final que la actual REN de Castilla y León está configurada por 32 espacios, con una superficie superior a las setecientas cincuenta mil hectáreas. De los cuales 2 son parques nacionales (Picos de Europa y sierra de Guadarrama), 2 parques regionales (Picos de Europa en Castilla y León, sierra de Gredos), 13 parques naturales (Montes Obarenes-San Zadornil, Lagunas glaciares de Neila, Hoces del alto Ebro-Rudrón, Babia y Luna, Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, Las Batuecas-Sirra de Francia, Arribes del Duero, Hoces del río Duratón, Hoces del río Riaza, Sª norte de Guadarrama, Cañón del río Lobos, Laguna Negra y circos glaciares de Urbión, Lago de Sanabria y sierras Segundera y de Porto), 5 reservas naturales (Valle de Iruelas, Sabinar de Calatañazor, Acebal de Garagüeta, Riberas de Castronuño-Vega del Duero, Lagunas de Villafáfila), 8 monumentos naturales (Monte Santiago, Ojo Guareña, Lago de La Baña, Lago de Truchillas, Las Médulas, La Fuentona, Cascada de Covalagua y Laberinto de Las Tuerces) y dos paisajes protegidos (Las Tuerces y Covalagua).



Catálogo de zonas húmedas de interés especial de Castilla y León


Catálogo de árboles notables de Castilla y León


Zonas naturales de esparcimiento de Castilla y León


Montes de utilidad pública de Castilla y León

En estos espacios, el modelo de desarrollo sostenible que defiende la Junta de Castilla y León en su “Programa Parques” es poner en valor los recursos naturales de estas áreas de manera compatible y sostenible con su conservación. No se trata sólo de conservar adecuadamente sus valores naturales, por lo que fueron declarados espacio protegido, sino también de implementar diversas líneas de acción que contribuyan a compensar a la población local por las regulaciones inherentes a las necesidades de conservación. Pero además, se busca revalorizar esos recursos naturales o culturales inherentes al espacio, algunos de los cuales están en proceso de desaparición (la artesanía tradicional, las formas de manejo ganadero ancestrales); muchos de ellos intangibles (los mitos, el silencio, la tranquilidad, la oscuridad de la noche…); en gran medida desaprovechados. Entendemos que fomentar un uso equilibrado de estos recursos abre nuevas puertas, y posibilita el acceso a un nuevo modelo de desarrollo basado de forma más integral en la naturaleza y en los bienes que la sociedad hoy demanda de ella. Estas áreas son mucho más que simples productoras de materias primas. Para lograrlo se están desarrollando múltiples iniciativas.

Las líneas de trabajo impulsadas por el Programa Parques van creando, en los espacios de la REN, las estructuras precisas para el desarrollo de actividades de uso público y socioeconómicas, compatibles con la conservación de estas áreas protegidas. El eje principal de esta actuación es la “Red de Casas del Parque de Castilla y León” que se configura como el punto de referencia tanto para las poblaciones locales como para los visitantes. En la actualidad están abiertos al público treinta y cuatro de estos centros, entre  casas del parque (26), centros temáticos (6) y dos centros de visitantes asociados a los parques nacionales, que no solo constituyen el elemento clave para la recepción de los visitantes y la interpretación del patrimonio del espacio, sino que además están llamadas a convertirse en una pieza singular del entramado social y cultural de la comarca, que están de forma permanente al servicio de sus vecinos y donde se desarrollan e impulsan diversas actividades de dinamización sociocultural, normalmente relacionadas con los valores naturales. Cerca de medio millón de personas se acercaron a conocer estas instalaciones en el año 2018. Entre los visitantes hay que destacar el elevado número de escolares que disfrutaron de estas instalaciones (más de 50.000 alumnos) merced al programa VEEN (Visitas escolares a espacios naturales) o las más de 10.000 personas mayores que acudieron gracias al programa Espacios dorados.*



Hayedo Faedo de Ciñera (León)

Se pretende que la calidad de los servicios prestados al visitante sea la seña de identidad en la gestión de estos espacios, para que sirvan de modelo a otros territorios de la comunidad que también albergan importantes valores naturales. Para ello se han puesto en marcha diversas iniciativas. Entre ellas, es preciso destacar los trabajos realizados para la implantación de la Marca de calidad turística en espacios naturales protegidos, la “Q” de Calidad Turística, cuyo objetivo es reconocer la calidad de los sistemas de uso público de los espacios naturales protegidos. En este año 2019 están certificados y en posesión de esta marca de calidad diez espacios: Hoces del río Duratón, Cañón del río Lobos, Valle de Iruelas, Ojo Guareña, Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, Monte Santiago, Picos de Europa en Castilla y León, Sierra de Gredos, Las Batuecas-Sierra de Francia y Hoces del río Riaza.

Relacionadas también con el turismo sostenible, se encuentran las actuaciones desarrolladas para implantar la “Carta Europea del Turismo Sostenible en Espacios Naturales Protegidos”. Esta iniciativa tiene por objetivo promover el desarrollo del turismo en clave de sostenibilidad en las áreas protegidas de Europa. Se trata de un método y un compromiso voluntario para aplicar los principios de turismo sostenible, orientando a los gestores de los espacios naturales protegidos y a las empresas para definir sus estrategias de forma participada. Actualmente poseen este distintivo de calidad seis espacios: Las Batuecas-Sierra de Francia, Sierra de Gredos, Valle de Iruelas, Ojo Guareña, Hoces del río Riaza y Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina.

En el año 2007 se creó una marca de excelencia de origen geográfico exclusiva para los espacios de la REN, que certifica que determinados productos o servicios de diversos tipos (agroalimentarios, artesanales o turísticos), reúnen determinados requisitos de calidad y se generan en el territorio de estas áreas naturales. Además, los productores a los que se otorga esta “Marca Natural” acreditan haber asumido el cumplimiento de algún compromiso medioambiental, relacionado con los valores del espacio en que se asientan. En la actualidad son 30 los productores acogidos, más 10 alojamientos de turismo rural.

El uso y disfrute de forma racional de los espacios protegidos regionales es otro objetivo a lograr. Para ello se realizan actuaciones de señalización y balizamiento de senderos. En la actualidad son 160 las sendas homologadas existentes con un recorrido total que se aproxima a los 2.000km, sin contar con un número muy importante de senderos señalizados pero no homologados Además, se pretende mejorar la accesibilidad en los espacios naturales de Castilla y León, permitiendo su uso y disfrute a todo tipo de visitantes. Merced a esta iniciativa la totalidad de las “casas del parque” son accesibles y hay también ya senderos adaptados a esas circunstancias, acciones fundamentadas en criterios de “Diseño universal”.



Parque natural Arribes del Duero (Salamanca-Zamora)

Mejorar la calidad de vida de los habitantes de la REN es prioritario para la administración regional. Para ello se establecieron líneas de ayudas técnicas, económicas y financieras en las zonas de influencia socioeconómica de los espacios naturales protegidos. Con ellas se ponen en marcha diferentes actuaciones destinadas a aumentar las condiciones de habitabilidad y la calidad de vida de las poblaciones situadas en estas áreas, posibilitando una gestión ordenada del territorio e impidiendo el abandono progresivo de los núcleos rurales.

 Una especial mención merecen nuestros dos parques nacionales, Sierra de Guadarrama y Picos de Europa, el segundo y el tercero respectivamente, más visitados de la Red de Parques Nacionales, después del Teide. Estos se rigen por su normativa específica, la Ley de parques nacionales, el Plan Director de la Red de Parques Nacionales y por sus leyes de declaración. Ambos se gestionan de forma coordinada con las comunidades autónomas con las que los compartimos, Madrid en el caso de la Sierra de Guadarrama y Asturias y Cantabria en el caso de Picos de Europa. Para ambos se han elaborado planes rectores de uso y gestión conjuntos, que abarcan todo el territorio del parque.

Y, por último, es necesario señalar las nuevas figuras de protección que se asientan sobre nuestro territorio, que tratan de preservar su rico y variado patrimonio, a la par que constituyen nuevos desafíos y nuevos retos en el campo de la conservación. Son las reservas de la biosfera, zonas reconocidas internacionalmente como tales por su interés para la conservación y su capacidad para proporcionar conocimientos científicos y técnicos así como valores humanos que contribuyan al desarrollo sostenible. En la actualidad Castilla y León cuenta con 10 reservas. A ellas hay que unir otra figura de reconocimiento internacional, los geoparques. Actualmente hay 140 geoparques declarados en 38 países. España dispone de 11, uno de ellos en Castilla y León: Las Loras (Burgos-Palencia) con 95.076 ha.
Por todo ello, la Red de Áreas Naturales Protegidas es la mejor representación de nuestro patrimonio natural, es una seña de identidad de nuestra comunidad autónoma, es un patrimonio de todos los habitantes de Castilla y León. Todos nos debemos sentir orgullosos de él y todos estamos obligados a conservarlo. Esta guía tiene como objetivo divulgarlo para conocerlo mejor, para valorarlo en toda su dimensión y, así, preservarlo, tanto por los habitantes de estos lugares singulares, como por los que se acerquen a visitarlos.